REFLEXIONES MEDIADORAS
Profundización Ambientes virtuales de aprendizaje y su implicación social.
domingo, 26 de mayo de 2013
REFLEXIÓN EXPERIENCIA
SOCIEDAD TECNOLÓGICA
Cada vez es más prominente el uso de los medios interactivos como vinculo para el aprendizaje, conllevando a que este sea más significativo y por ende mucho más asequible a los niños y adolescentes. Este tipo de elementos mediáticos permiten una interacción con el conocimiento y la información requerida para poder aprender aquellas cosas que realmente les interesa a la generación del presente, lo que conlleva a que se sientan motivados por indagar, reflexionar, interiorizar y por lo tanto aprehender. Este aprehender en el sentido de que se adhieren a sus pensamientos y comienza hacer parte de su subjetividad.
Para las generaciones actuales se hace imposible concebir la existencia sin medios digitales, comunicativos y todo aquello que se conozca como tic´s, por ello se hace indispensable implementarlas en las aulas de clase y posibilitar metodologías y didácticas que permitan su uso, ilustrando a su vez la utilidad que estas tecnologías poseen, puesto que no solo son para interactuar con el otro, o entablar relaciones sociales, a su vez permiten investigar, saber y conocer la historia, la cultura, los idiomas y todo aquello que sea cognoscible, partiendo de dispositivos mucho más amenos y divertidos, permitiendo así clases entretenidas, amenas y placenteras.
Es importante tener en cuenta que este tipo de tecnologías si se les da un buen uso pueden permitir un verdadero aprendizaje mucho más relevante, puesto que se posibilita una continuidad de este y posibilita la aprehensión desde distintos ámbitos, incluso una interrelación constante con esta información. Por ello es importante apropiarse de las tic´s en las clases y hacer del conocimiento un algo mucho más significativo, subjetivo, pero también jovial.
AGENDA RECURSOS ESTILÍSTICOS
País: Colombia
|
Departamento: Antioquia
|
Municipio: Santa Rosa de Osos
|
|||||||
Institución Educativa: Marco Tobón Mejía
|
Nombre del docente o docentes que realizan la agenda: NATALIA MESA MEDINA
|
||||||||
NOMBRE AGENDA
DIDÁCTICA: DESCUBRIENDO EL RELIEVE
|
|||||||||
Área o Asignatura
|
Tema
|
Grado
|
Duración
|
||||||
Español
|
Recursos estilísticos
y retóricos.
|
7°
|
5 horas
|
||||||
Estándar o competencia
|
Objetivo de Aprendizaje
|
||||||||
Identifica los recursos estilísticos
y retóricos presentes en los
diferentes textos poéticos y narrativos que lee.
|
Reconocer los
principales recursos estilísticos y retóricos empleados en el lenguaje
literario.
|
||||||||
Palabras claves: fónicos, gramatical, semánticos, retórica, estilo…
|
|||||||||
ACTIVIDADES
|
|||||||||
Momento Inicial
|
Recursos
|
||||||||
Lectura: Visitar página Web para leer y analizar los recursos
literarios.
|
Páginas Web:
|
||||||||
Momento de
Profundización
|
Recursos
|
||||||||
1.
Observación de videos: Son unos videos con ejemplos de las figuras literarias presentes en canciones de
moda.
2.
Realizar un ejercicio en el que los estudiantes escuchan versos
de algunas canciones de moda y descubren a cual figura literaria pertenece.
|
Videos figuras
literarias en canciones.
Ejercicio
descubrir la figura literaria de los versos implícitos en algunas canciones.
|
||||||||
Momento de Cierre
|
Recursos
|
||||||||
Crear un video
similar a los visto en los que se
pasen algunos fragmentos de canciones y la figura literaria a la que
pertenecen.
|
Computador, internet,
canciones o fragmentos de canciones.
|
||||||||
Sugerencias metodológicas
|
Se pueden ver los
videos un par de veces para tener una profundización de las figuras literarias
y como están implícitas en las canciones que solemos escuchar.
El ejercicio se
puede elaborar con las canciones que suelen escuchar los estudiantes y que
sean de sus artistas favoritos para lograr un aprendizaje mucho más
significativo.
|
||||||||
Evidencias de aprendizaje
|
Ejercicios realizados
en clase.
Video creado y
subirlo a la Web.
|
||||||||
Webgrafía y/o Bibliografía
|
Páginas de las
cuales se obtuvieron los videos . (Los
enlaces están en el blog)
|
||||||||
Contacto
natyletter@gmail.com
|
Autorización de publicación
Autorizo publicar la agenda de
aprendizaje
|
Recursos estilísticos canciones
Recursos estilísticos canciones
http://www.youtube.com/watch?v=NqYJSL4Xajk
MATRICES HISTÓRICAS DE LA MASSMEDIACIÓN.
La historia de nuestros pueblos se escribe desde el acontecer histórico, por lo que el ser humano, es un sujeto formado de acuerdo a lo preestablecido por su tradición, en ella el ser humano adquiere sentido, adquiere una razón de su existencia, sea esta dada por el mito o por el logos.
Es así como los massmedia adquiere un auge entre las distintas sociedades, porque conllevan a significar las cosas que circundan al sujeto, le enseñan el mundo, quizá ficticio, quizá virtual, quizá tal cual es, conllevando a que el hombre le una estructura a su vida, a su realidad, a lo que le rodea.
Debido a los massmedia el hombre puede asignarle un sentido a su vida, y es justamente en este momento donde interviene la institución escolar, ya que es necesario que desde ella se guie al sujeto para que esta orientación se diseñe y se encamine hacia un futuro óptimo para el sujeto, que se concientice de las decisiones que tomé, que aprenda de sus errores y de los errores implícitos y evidenciados en los massmedia al ilustrar la realidad.
Cada día los massmedia toman más importancia y preeminencia en todo el mundo, se han adueñado de la vida del ser humano, pues no se es posible visualizarse actualmente sin tener acceso al menos a uno de estos medios, por lo que es indispensable que todos, chicos, grandes, adultos, y viejos se percaten de su utilidad, de sus beneficios, de el pasatiempo tan rico que estso medios ofrecen, pero a su vez, percatarse que por medio de los mass media se puede conocer el mundo, la tradición, la historia, lo que es el hombre y el lugar que ocupa en el mundo como individuo con unas aptitudes propias, y a su vez como individuo perteneciente a una sociedad con unos derechos que deben ser respetados y unos deberes por cumplir.
Además de ello, los massmedia permiten en el hombre y han permitido desde sus primeros pasos, con la imprenta, la invención del reloj, y los continuos avances tecnológicos darle un sentido a cada cosa que intervine en la existencia humana, como el tiempo, el espacio, la cultura, y por lo tanto la sociedad, los cuales en última instancia determinan el acontecer y el actuar de cada hombre, el destino que este escribe, su propia historia.
He aquí porque la necesidad de estudiar, discernir, y analizar desde la formación pedagógica, los massmedia ya que los educandos están en continuo movimiento con los massmedia, posibilitarse la oportunidad de cuestionarse así mismo desde sus entretenciones, visualizar el tipo de vida a la que se desea arragair, el objetivo que persiguiera en su vida, el fin al que anhela llegar, las aspiraciones que tiene, deacuerdo a lo que va descubriendo de su contexto, de su subjetividad, de sí mismo, de acuerdo a lo que ve, escucha, lee.
Los medios de comunicación son la fuente que en la modernidad se poseen para darle un significado a las cosas que rodean al hombre, penetran en el interior del hombre para que este construya, estructure y ordene su existencia en pro de los paradigmas, modelos, ídolos que se imponen en los massmedia, por lo que se hace indispensable retroalimentar a las nuevas generaciones desde el hacer pedagógico, conduciendo toda esta información hacia una concientización del joven a que piense y elija por sí mismo y no por lo impuesto en un medio, por lo impuesto por una sociedad.
Para que se ajuste a las circunstancias de su existencia, de acuerdo a lo estipulado, a lo pensado por sí mismo, esa es la labor pedagógica del momento actual, ser los mediadores entre lo dado por la cultura, por el consumismo, por el capitalismo, los massmedia, y lo que las nuevas generaciones permutan de estos elementos reorientarlo hacia una concientización del alumno, hacia un conocerse por sí mismo y saber porque lo quiere, porque lo desea, conllevar al alumno a que justifique sus actos sus deseos y sus anhelos.
TECNOLOGIAS DEL YO Y ENSEÑANZA I
TECNOLOGIAS DEL YO Y ENSEÑANZA
En el texto tecnologías del yo y enseñanza, Jorge la Rosa, se propone realizar una propuesta teórica, apoyándose en conceptos y preceptos de otras teorías para llevar a cabo un discurso y una didáctica en el que se evidencian un cuestionamiento y una reorientación del trabajo pedagógico, al que se debe anclar la tecnologías del yo, como intervención del sujeto sobre sí mismo, conllevando a que a medida que narra, conoce, e interpreta su realidad, desde los distintos saberes, también se conozca, se narre y se interprete a sí mismo, a su realidad particular, personal y subjetiva.
Es así como La Rosa reorganiza algunos para como el mismo lo dice: “colocar unos textos junto a otros, con los que aparentemente no tiene nada que ver y producir así un nuevo efecto de sentido.”[1] Reorientando de esta manera el trabajo hecho en otras áreas y con otras finalidades, para estructurar, y solidificar una nueva teoría, enfocada a la subjetivación del ser humano, la cual se da en los distintos ámbitos pedagógicos.
Este trabajo pedagógico y didáctico se apoya en los textos de Foucault, en los que Larosa visualiza la oportunidad de inducir a las teorías de la educación, enfocándolo a que el educando reflexione sobre sí mismo. El objetivo, por ende es renovar la visión pedagógica, ya que hasta el momento esta ha sido concebida como una operación constitutiva, en rigor, productora de personas y la creencia arraigada de que las prácticas educativas son meras mediadoras donde se disponen los recursos para el desarrollo de los individuos, esas inercias, en definitiva, en las que el papel productivo de la pedagogía en la fabricación activa de los individuos, en este caso de los individuos en tanto que dotados de una cierta experiencia de sí.[2]
El ser humano se fabrica, o se forma al interior de ciertos dispositivos de subjetivación, en distintos aparatos pedagógicos que le instruyen, le forman y le hacen consciente de su yo, de su persona, de su acontecer histórico, de su ser, de sus facultades, de su condición humana y por ende de su ser estético capaz de construir su propio caminar en la vida, de perseguir sus fines, preestablecidos por sí mismo, a la vez de reconocerse como un sujeto que siente, desea, ama y anhela. Por lo que estos dispositivos dados en la escuela, en la familia, entre amigos, siendo estos últimos también entornos pedagógicos donde el hombre es intervenido, donde el hombre también está siendo formado, quizá ya no con fines matemáticos o de índole disciplinario y racionales, como lo hace en la escuela, sino que está siendo formado en principios, valores éticos, está siendo adherido por su familia a unas tradiciones, a una cultura de linaje, al igual que entre sus diversos grupos de amigos, está siendo adherido a una contexto socio cultural actual, en donde su forma de pensarse a sí mismo y hacer parte del mundo se establece y se dictamina por lo aprendido entre sus amigos, en lo que ve y escucha, por ende su comportamiento, su modo de ajustarse al medio que le rodea, es para el hombre dado entre los distintos ámbitos pedagógicos, que se fortalecen y se vigorizan al interior de la escuela.
No obstante y siendo la escuela el lugar donde se solidifica el sujeto, donde se le permite formarse para hacer parte de una sociedad, de una cultura, de un mundo, consciente de los derechos y deberes, de sus principios, siendo la escuela el lugar donde el sujeto elabora su proyecto de vida, por lo que es necesario y como lo plantea el texto tecnologías del yo y enseñanza, hacer una análisis de las practicas pedagógicas que construyan y median la relación del sujeto consigo mismo, esa relación en la que se establece, se regula y se modifica la experiencia que uno tiene de sí mismo, la experiencia de sí.[3] Pues en la escuela donde el sujeto a medida que le da sentido a cada concepto, a cada teorema, a cada dato, le da sentido a su vida y por ende se da sentido a sí mismo.
La contingencia o experiencia de sí.
La experiencia de sí se adjudica, al poder racional de autoevaluarse, autoresponsabilisarse, controlarse, tenerse confianza, regularse, disciplinarse, por lo que el hombre es virtuoso, cuando es dueño de sí mismo, cuando tiene la temperancia suficiente para ser dueño de sus pasiones, de limitarse en sus deseos, cuando se domina a sí mismo. Por lo que en la escuela de hoy aun se concibe la razón como la gobernadora de los apetitos, la limitante de los instintos humanos, conllevando a la fuerza de voluntad necesaria para no caer en los vicios, en los que daña o corrompe el alma humana y generarían una desarmonización espiritual del hombre.
Sin embargo no se debe olvidar que el hombre de acuerdo a su condición, siente y desea, como ya lo había mencionado, elementos que al sujeto al reconocerlos, al ser consientes de ellos, gracias a los distintos discursos pedagógicos en los que ha estado vinculado, jerarquiza y estructura, adquiriendo una justeza al medio, un ajuste a sus deseos, que aunque son el móvil por el cual actúa, pues se trabaja, se realizan las tareas diarias, debido a un ejercicio de la voluntad, también se debe tener en cuenta y el hombre en su subjetivación, conoce cuales son los deseos que le llevarán a un beneficio óptimo para sí mismo, que le permitirán sostener una armonía interior y cuales le conllevarán al caos en su espíritu, al arrepentimiento y por ende al desprecio de su destino.
Lo anterior se delimita al precepto de que el hombre estructura su vida de acuerdo a las decisiones que toma y para tomar dichas decisiones, el hombre hace uso de su ser estético, es decir, el hombre es el escritor de su propio destino, es quien pinta y delinea el horizonte de su vida por ende, según su volición decide y elige el camino a seguir. Hechos estos que se dan debido al conocimiento cognoscitivo del sujeto, cobre sí mismo, la visión y perspectiva que tiene de sí, el conocimiento que tiene sobre sus habilidades, fortalezas, sobre lo que está bien para sí y por ende conllevan a un beneficio, lo que interpreta en sus experiencias cotidianas sobre sí mismo sobre sí mismo, sobre lo que es y lo que puede y debe hacer consigo mismo.
Sin embargo desde la escuela estos preceptos del hombre mencionados en el párrafo anterior son tomados como discursos normativos, en los que se impone un deber ser del hombre, se ata al sujeto a un modelo riguroso, a veces en contra de sus propios deseos, de su propia persona con los cuales el sujeto no se siente a gusto, porque se le imponen como estatutos rigurosas, en las que se pierde la identidad individual del hombre, y se le determina como un sujeto instruido con una mentalidad y un hacer humano semejante al de los otros, perdiéndose la libertad de decidir y elegir por sí mismo.
De esta manera se cae en la contingencia de la persona humana, siendo un modo equiparable de entendernos a nosotros mismo desde nuestra cultura occidental. La Rosa lo expone así: Además, lo que es histórica y culturalmente contingente no es sólo nuestra concepción de lo que es una persona humana, sino también y sobre todo, nuestro modo de comportarnos, o si se quiere, nuestro modo de ser hombres.[4] Por lo que el hombre se interpreta y se narra a sí mismo desde lo que le es dado, en sus tradiciones, en su historia cultural, en lo que acontece en su contexto social y como este ha llegado a ser lo que es. Al hombre se le dan las pautas para interpretarse y narrarse a sí mismo en la historia de su pueblo, que es a su vez su propia historia, porque el hombre al hacer parte de una cultura está fijado por ella, la historia de la cultura hace parte de su la historia subjetiva del hombre, es algo de lo que el hombre no puede desligarse, porque en la cultura, en su contexto social es donde el hombre encuentra la verdad de su ser, la justificación de su hacer, de sus deseos y de sus proyecciones, la verdad de sus acciones y la justificación de las mismas.
“ya sea que se interprete como poseído por demonios o pulsiones, como un ser “controlado desde fuera” por mecanismo psicológicos o sociales o como una persona autorresponsable, como materia o como sujeto activo, como un modo desnudo que ha tenido éxito provisto de una inteligencia técnica o como imagen u semejanza de Dios… su interpretación tiene eventualmente consecuencias que llagan hasta su comportamiento en relación a hechos reales, hasta su conducta cotidiana, por ejemplo frente a un semejante, frente a un socio comercial, frente a un adversario político o a un subordinado, frente a un discípulo o frente a un niño, y desde luego frente a sí mismo. En cada uno de estos casos, oirá muy distintos tipos de mandatos, dentro de sí mismo.[5]
Es así como la experiencia de sí queda anclado al resultado de un complejo proceso histórico como lo menciona la Rosa, en el que el hombre es fabricado por los distintos dispositivos pedagógicos que a medida que interactúa con el entorno se adhieren al hombre mismo y por ende le nombra, le justifican y le constituyen. Siendo precisamente estos elementos los que deben ser narrados por el hombre mismo, ya que en ellos como se dacia antes se encuentra la verdad de lo que es el sujeto y por lo tanto le permiten indagarse, reflexionarse y conocerse a sí mismo, porque es en el mismo medio histórico, social y cultural en donde el sujeto reconoce lo que es, visualiza y evidencia lo que en sí él es.
La transmisión y la adquisición de la experiencia de sí. Tres ejemplos.
En este apartado Larosa, propone una didáctica en la que se lleva a cabo una experiencia de sí, poniendo como ejemplo tres metodologías que arrojan muy buenos resultados, según su apreciación, entre ellos están en primer lugar un taller realizado con niños entre los nueve y diez años, con los cuales realiza una actividad de educación moral, en los que se le lleva a cabo una actividad de reflexión en la que los niños reflexionan sobre su propio modo de ser en la que se cuestionan y se clarifican los valores que se poseen. El discurso pedagógico es básicamente de confrontación del niño consigo mismo y de esta manera llevar al niño a que elabore su propio cuestionamiento sobre sus valores y la importancia o el valor agregado que estos tiene para él, a la vez que visualiza la identificación de los otros niños, la percepción que cada uno tiene de estos valores y sus formas particulares de pensar en cuanto a los comportamientos, lo que conlleva pues a confrontar al niño consigo mismo y con su semejante.
En segundo lugar se tiene “las historias de vida en educación de adultos” en la, que se desarrolla una actividad, en la que los adultos leen un texto biográfico de un sujeto ellos narran luego como se sienten referidos en ese texto, como vivieron cada uno los acontecimientos allí narrados, conllevando a una apreciación de su propio acontecer histórico personal y las huellas que este acontecer a dejado en cada uno de los actores o educandos que participan de esta actividad.
Por último se tiene enseñanza en el texto de La rosa, tecnologías del yo y educación, una didáctica en la que los actores son los docentes, en la que se tiene como objetivo, que los docentes problematicen, expliciten y eventualmente modifiquen la forma en que han construido su identidad personal en relación a su trabajo profesional. La actividad se desarrolla a medida que el docente elabora una filosofía de la educación, enfocada a que el docente piense y reflexione básicamente de una manera moral, construyendo la idea de la educación en relación con una idea de lo social, lo político, lo cultural o lo personal que incluya componentes axiológicos y que pueda poner en relación poner en relación a ideales públicos o personales.[6] Todo esto con el fin de que el docente analice, reflexione y se piense en el sentido que tiene su práctica profesional y el valor que esta tiene para su vida y se autoidentifique a sí mismo.
[1] Tecnologías del yo y enseñanza. Jorge la rosa, pp. 260.
[2] Ibíd., pp. 261
[3] Ibíd., pp. 263
[4] Ibíd., pp. 267
[5] Ibíd., pp. 268
[6] Ibíd., pp. 280
TECNOLOGIAS DEL YO II y III
Gobierno, autogobierno y subjetivación.
En este apartado La Rosa evidencia desde la interpretación hecha por él mismo, sobre la obra de Foucault en el que se describe la manipulación que realizan las distintas instituciones de los individuos al realizar en ellos una objetivación científica, es decir las instituciones en su interior se encargan de normalizar al individuo, y de control social. El trabajo educativo era puesto al servicio de la comunidad para producir individuos objetivados, es decir eran tomados como un objeto, que era necesario darle una forma, moldearlos y fabricarlos en pro de una disciplina, que limitaba los deseos, los pensamientos, las sensaciones de cada individuos, por lo que el sujeto se limitaba a someterse a los roles impuestos por estas instituciones, sin ser libre para pensar, actuar y hacer por sí mismo.
Lo que da paso a lo que Foucault el binomio saber /poder, pues los dispositivos de objetivación y normatización conllevan a que el pueblo este subyugado a quien ejerce el poder, y desde este personaje, los conocimientos y la forma de educar al individuo se determina en pro de un beneficio particular, pero un beneficio que se realiza en quien tiene el poder, en quien tiene las riendas del sistema entre sus manos, un beneficio que se da en quien tiene el poder.
No obstante, ya en 1976, se introduce en la obra de Foucault, como lo enseña Larosa, el concepto de gobierno y se relaciona fuertemente con la cuestión de autogobierno y esta última cuestión, a su vez, está claramente relacionada con el tema de subjetivación. [1]
El propósito de este gobierno, se establece en la medida en la que el sujeto necesita de verdades, pero no de verdades ya dadas como dogmas y normas que subyugan al sujeto, esta verdad se dada en la medida en que el sujeto conoce sus faltas, sus deseos, su alma, pretensiones estas que se dan en la medida en que el sujeto más que requerido a obedecer y agachar la cabeza ante los postulados gubernamentales de quien ejerce el poder, busca enunciar lo que es en sí mismo, y lo que quiere hacer.
Es así como el poder pastoral, el poder religioso, se adhiere a esta conceptualización de gobierno, autogobierno y subjetivación, puesto que este tipo de poder “no puede ser ejercido sin conocer lo que pasa por la cabeza de los individuos, sin explorarles el alma, sin forzarlos a revelar sus secretos más íntimos, implica un conocimiento de conciencia y una actitud para dirigirla”[2] es por ello que el poder pastoral, necesita del conocimiento del sujeto para llevar a cabo una buena confesión y una purificación espiritual, es necesario que el sujeto conozca sus faltas, y de antemano conozca los preceptos en contra de los cuales no debe actuar para así autoevaluarse y autocorregirse, llegando al gobierno de sí, en el que el sujeto por sí mismo establece y pauta su modo de comportarse, su modo de accionar, su modo de ser, conllevando a un subjetivación, a una interiorización del sujeto.
Foucault, ya no hace un estudio enfocado sólo en la objetivación del individuo, si no que se arraiga a esa subjetivación de las practicas pedagógicas en las que el sujeto es intervenido por sí mismo, en la que el sujeto no es trastocado por las cosas provenientes desde afuera, sino que también y en mayor medida es trastocado por lo producido en su interior, en donde es lo que realmente es.
Genealogía y pragmática de la experiencia de sí.
En este punto Larosa, hace una interpretación de la obra de Foucault, en la que pone al sujeto como objeto de sí mismo, para de esta manera el sujeto se observe, se analice y se estudie así mismo, buscándose, siendo algo hipotético para sí, conllevando a una premisa de su ser y de su realidad particular, a una verdad de sí mismo, a la determinación del individuo como un yo particular, con unas posibilidades y unas oportunidades de ser, a las que se arraiga o desecha por completo. Siendo esto último una renuncia de sí, en la que el individúo decide hacer esto, porque le prefiere, porque su deseo así lo exige, desechando las otras opciones puestas en el camino, siendo esta la experiencia de sí, en la que el sujeto se vive, se nombra, se determina, se significa y es lo que es.
“la experiencia de sí no es un objeto independiente que permanecería inmodificado a través de sus diferentes representaciones sino que, más bien, es la experiencia de sí la que constituye el sujeto, el yo en tanto que sí mismo. Es por esa razón por la que el sujeto mismo tiene una historia” [3]
Las experiencias del sujeto, son objeto de estudio, e reflexión, en las que el sujeto delibera sobre su acontecer, sobre su actuar, y se convierte de esta manera en objeto de estudio, se analiza a sí mismo, se problematiza en cuanto a su accionar y por ende el sujeto se convierte o es objeto para sí mismo. Además de pensarse a sí mismo el sujeto se interviene y se moldea a sí mismo, se transforma, se crea, se vivencia, y se siente a sí mismo. Lo que conlleva a una conciencia de sí y a la vez a que el sujeto sea un ente cognitivo para sí mismo.
Lo que acaecería en un conocimiento de sí, pero a la vez de los elementos que desde el exterior le nombra, lo que Foucault catalogaría como tecnologías del yo, la tecnología de poder, de saber, de signos y la del yo, están cuatro tecnologías conforman al sujeto, hacen parte de su historia, de su contingencia, de su realidad y de su ser.
Por lo que el sujeto al ponerse como objeto de estudio para sí mismo, acarrea estudiar como ha sido trastocado e intervenido por las demás tecnologías y como estas tecnologías hacen parte de lo que él como sujeto es, son su verdad. “el sujeto, su historia y su constitución como objeto para sí mismo, sería, entonces, inseparable de las tecnologías del yo.”[4]
La experiencia de sí, ese objetivarse para identificarse y conocerse a sí mismo, conlleva a una percepción del sujeto respecto a su devenir espacio- temporal, al dominio de su saber, de sus capacidades y de sus competencias, a la gobernabilidad de sus acciones, a la normatividad de su actuar, y a la subjetivación de sus experiencias, a la interiorización de sus vivencias, y al juicio que de estas hace.
La experiencia de sí y los dispositivos pedagógicos.
En este apartado se focaliza específicamente lo propuesto y lo trabajo a lo largo del texto tecnologías del yo y enseñanza, ya que se enfatiza en el trabajo mediador de la pedagogía para que el sujeto mantenga una relación consigo mismo constante, una reflexión consigo mismo siendo esta una relación en la que el sujeto se produce a sí mismo, es decir se construye, se interviene, se transforma retroalimentándose desde la experiencia que de sí tiene, a la vez que se media, se juzga, se narra, se domina y se determina, se nombra a sí mismo.
De esta manera el sujeto encuentra dispositivos pedagógicos en el día a día, de acuerdo a lo que hace, a lo que escucha, a lo que ve, a lo que habla, a lo que piensa, a como actúa, en su hacer continuo el sujeto establece halla dispositivos que le llevan a transformar la experiencia de sí, a conocerse, a indagarse, a estar en continua relación consigo mismo.
“un dispositivo pedagógico será entonces cualquier lugar en el que se constituye o se transforma la experiencia de sí. Cualquier lugar en el que se aprende o se modifica las relaciones que el sujeto establece consigo mismo.”[5]
Los dispositivos pedagógicos de subjetivación e interiorización evidentemente se encuentran en cualquier situación en la que el sujeto puede narrarse, juzgarse, evaluarse a sí mismo, cualquier situación en la que el sujeto puede experimentarse a sí mismo.
Para ello se han establecido algunas pautas desde la obra de Foucault, en la que el sujeto puede determinarse, verse, reflexionarse, narrarse, identificarse así mismo.
La estructura básica de la reflexión verse.
Como el mismo verbo lo indica según su conjugación, es una actividad de en la que el sujeto se cuestiona sobre como se ve, se pone ante un espejo y se observa, se reflexiona. El sujeto como decía antes se pone como un objeto para sí mismo, estableciendo de esta manera una relación del sujeto consigo mismo.
El sujeto como objeto se exterioriza y se pone en delante de sí, para estudiarse, para indagarse y cuestionarse, para autoconocerse, y por ende conlleva a una visualización de sí mismo.
De igual manera este proceso de visualización del sujeto consigo mismo se equipara a un método de interiorización, en el que el sujeto ve, las cosas que yacen en su interior y que solo pueden ser nombradas, y justificadas por el mismo, que solo sujeto mismo sabe y conoce que allí están, cosas, pensamientos y sensaciones que sólo el sujeto en su interiorización conoce y sabe que allí están, lo que vendría a ser una percepción del sujeto mismo llega a conocer y que por ende él solo, puede juzgarlas como buenas o malas.
La estructura del lenguaje expresarse.
En este tipo de acción el sujeto manifiesta lo que hay en su interior, exterioriza a su ser interior, lo hace visible para los demás, desde la expresión, sea esta escrita o hablada el sujeto saca a flote lo que visualizo en su interior, lo enseña a los otros desde el lenguaje.
En cada manifestación lingüística y por ende acompañada de una expresión artística, ya que toda manifestación simbólica se solidifica en el arte, sea en la pintura, en la escritura, en la escultura, en la música, se perfila el sujeto, es decir, impone su estilo, lo que como en su autonomía es, lo que en sí mismo se ha visualizado y se ha interpretado. Lo que a su vez le significa, y le simboliza, le determina y por lo tanto le identifica, y lo hace diferente de los demás.
El lenguaje permite, pues, esa exteriorización de los sentimientos, deseos, percepciones, conceptos del sujeto, de lo subyace en su interior, el lenguaje permite en el sujeto expresar lo siente, piensa, desea, sueña, el lenguaje permite en el sujeto sacar a la luz lo que él es en su interior lo que su verdad particular es.
Procedimientos discursivos.
El discurso es la oportunidad en la que cualquier sujeto, se apoya argumentativamente para darle posibilidades y por ende justificar y demostrar sus postulados, sus conceptos y por lo tanto lo que piensa sobre un asunto determinado. Es así como él sujeto desde el discurso solidifica un concepto y puede llegar a ser tomado como un referte importante para describir y significar una cosa o por el contrario según el tipo de discurso y los argumentos que le acompañan, una cosa se puede romper y perder su relevancia, su sentido cayendo y diluyéndose.
El discurso pues, establece significantes y significados, hace que algo, una cosa o un ente, tomen relevancia y sean aprehendidos sean asimilados, sean conocidos.
La estructura de la memoria. Narrarse.
El conocimiento al que se somete el sujeto de sí mismo, ese visualizarse, ese indagarse se expresan han la narración que de uno mismo se hace, en la que se conserva, se rememora y se evoca lo que se ha sido, y lo que se pretende llegar a ser. El sujeto es el personaje principal de su narración, por lo que la llena de matices, la ordena y la decora, de acuerdo a la importancia y prioridad de sus vivencias. El sujeto es el creador de su propia historia desde las decisiones que toma, desde lo que elige y desde lo que renuncia hacer, sea porque va en contra de sus principios o porque no es de su agrado, o porque no es el camino para alcanzar su fin último, su objetivo de vida, el ser feliz.
El sujeto llega a ser en el tiempo lo que ha vivido, lo que ha experimentado, hasta los fracasos hacen parte de su vida, porque le han llenado de conocimiento, y le ha llenado de sentido, le ha significado, ha aprendido de estos fracasos, para ser lo que ahora es, y al narrarse, observa cómo cada día y lo que en este día ha acontecido le han llenado de percepciones, de ideas y de conceptos de lo que el sujeto en sí es, le han dado el horizonte de su vida, le han determinado y le ´permiten ser lo que hoy en sí es.
Políticas de la autonarración
Para Foucault, el poder atraviesa cualquier tipo de discurso, ya que en el discurso, se dan múltiples operaciones de solidificación y de control, en las que el sujeto se ve intervenido al narrarse, pues al cualificarse en la historia que está elaborando las cataloga como buenas o malas según los preceptos socioculturales a los que está anclado, por los cuales se rige su conciencia.
El sujeto como ente histórico, está bajo el umbral de sistemas de dominación y sometimiento, que son transmitidas por la tradición y por ende le catalogan en un grupo u otro según su modo de comportarse y de llegar a ser. Por lo que el sujeto en su discurso particular, no da una idea transparente y fidedigna de sí mismo, de su subjetividad, sino que más bien, la narración y el discurso se articulan en un mecanismo donde el sujeto se constituye en las reglas mismas dadas por su contexto, en lo que se le inculca y en lo que se le forma desde los dispositivos pedagógicos.
La estructura moral. Juzgarse.
En este apartado el sujeto entra a ser un juicio de sus comportamientos, de sus decisiones de sus formas de ser y de actuar en una circunstancia determinada, es decir de su forma de ajustarse a los acontecimientos, a las distintas experiencias que se le presentan y su modo de afrontarlas.
De esta manera el sujeto adopta a medida que se narra, que se ve, y que se expresa una actitud valorativa de su acaecer en la realidad, en su realidad particular, elabora un criterio valorativo de sus acciones, se evalúa, se critica, se juzga, se domina ejerciendo un poder gobernador de su ser.
En síntesis el sujeto al juzgarse da cuenta de su forma de ser, elaborando un juicio lógico de su ser, de sus valores y de sus virtudes, al juzgarse el sujeto establece los modos de su deber ser y se ajusta a las normas que le han sido implícitas en su ser, según su acontecer histórico y antropológico.
Aparatos jurídicos.
Los aparatos jurídicos se enlazan y se adhieren a la idea de que el sujeto está determinado por unas leyes y unos dispositivos que regulan su vida social, encauzan a los individuos al cumplimiento de unas normas, y unas reglas. Por lo que el sujeto es juez de sus propios actos, establece sus propios criterios y se cualifica a sí mismo, a través de la reflexión que de sí mismo hace y esta reflexión se da en tanto que el sujeto está constituido por su sujeción a la ley.
La estructura del poder dominarse.
Es el poder que tiene el sujeto para gobernarse a sí mismo, es decir, la capacidad del sujeto para modificar su acontecer, su forma de ser, el poder que tiene el sujeto para someter sus deseos, la temperancia subjetiva para actuar según lo debido para sí mismo.
El poder para actuar de forma racional, ajustándose a las circunstancias, con la prudencia para actuar y hacer lo que hay que hacer y lo que desea hacer, actuando con una razón justa.
[1] Ibíd., pp. 285
[2] Ibíd., pp. 288
[3] Ibíd., pp. 289.
[4] Ibíd., pp. 289
[5] Ibíd., pp. 291
Suscribirse a:
Entradas (Atom)